sábado, 22 de mayo de 2010

Hay 50.000 jubilados sin acceso a la vivienda.

BPS. Además hay 3.000 en situación de emergencia con ingresos menores a $ 5.500.

Hay 50.000 jubilados y pensionistas en situación de "vulnerabilidad habitacional", con ingresos menores a $ 5.500. Además, 3.000 están en situación de "emergencia", y según el BPS requieren una solución de vivienda urgentemente.
Esos 3.000 jubilados representan la demanda más urgente de soluciones de vivienda para el BPS. Son los más vulnerables del punto de vista habitacional y económico, ya que viven en hogares cuyo ingreso total es menor a $ 5.550 y no son propietarios. "Ellos son firmes candidatos a demandar y a que se les asigne con mayor rapidez algún tipo de solución habitacional", señaló un estudio presentado ayer por la firma CPA-Ferrere en el Seminario Interinstitucional para la Innovación en Soluciones Habitacionales para las Personas Adultas Mayores. En el encuentro también participaron autoridades de los ministerios de Vivienda y Desarrollo Social y del BPS.
Según el estudio, que apuntaba a cuantificar la demanda de soluciones habitacionales del BPS, existen unos 50.000 jubilados y pensionistas que están en situación de vulnerabilidad habitacional, ya que perciben individualmente un ingreso menor a 12 UR ($ 5.550 según valores actuales) y no son propietarios.
El 70% de esta población es femenina (unas 34.000 jubiladas y pensionistas), la mitad vive en Montevideo o Canelones y el 27% vive solo.
El requisito para aplicar al programa de Soluciones Habitacionales del BPS para los jubilados y pensionistas es tener ingresos menores a 12 UR .
Según el estudio, el 38% del total de jubilados y pensionistas del BPS, es decir unas 178.000 personas, reciben ingresos menores a 12 UR.
De estos, el 3% vive en asentamientos.
Los datos fueron elaborados con información de la Encuesta Continua de Hogares 2009 del Instituto Nacional de Estadística (INE). El seminario fue organizado por el programa "Unidos en la Acción", de la Organización de Naciones Unidas (ONU) junto con el BPS y otras oficinas estatales.
El director de Políticas Sociales del Mides, Andrés Scagliola, señaló que se planea encarar el problema de vivienda de los jubilados "desde un punto de vista más integral que la mera construcción de viviendas". Las "soluciones habitacionales" estarán vinculadas "a la idea que se impulsa en el Plan Integral Sociohabitacional, de que la vivienda es un eje en torno al cual se articulan las políticas sociales", indicó Scagliola.
Según el jerarca, "el Mides apuesta a que la construcción de viviendas para jubilados y pensionistas no sea la construcción de ghettos, sino que integre a distintas generaciones y al barrio".
Soluciones.
El BPS ofrece tres tipos de soluciones habitacionales a los jubilados y pensionistas: la adjudicación de una vivienda en sus complejos habitacionales, los subsidios por alquiler (de hasta $ 5.550), y los subsidios para atención en hogares de adultos mayores.
Actualmente existen 147 complejos habitacionales del BPS con 4.732 viviendas.
En el período del gobierno de Tabaré Vázquez se construyeron 422 viviendas para jubilados y pensionistas, y actualmente hay otras 740 en construcción.
Por otra parte, en los últimos cinco años se tramitaron 354 solicitudes de subsidio de alquiler, de las cuales sólo se concretaron 65. En noviembre de 2009 había 9.471 pasivos en lista de espera en el BPS para acceder a una vivienda, de los cuales 5.167 eran de Montevideo y 4.304 del interior. Según el gobierno, en los próximos meses se llegará a los 500 alquileres por esta modalidad.
Estos datos fueron brindados esta semana por el secretario general del BPS, Eduardo Giorgi, ante un pedido de informes del diputado herrerista Pablo Abdala.
Para el diputado, el fondo para viviendas en el BPS es de US$ 150 millones, y opinó que "es marginal la cantidad de pasivos que han accedido a una vivienda".
Por otra parte, el BPS trabaja con más de 30 hogares de ancianos donde se alojan un centenar de adultos mayores.
En tanto, Adriana Rovira, del área Adultos Mayores del Mides, señaló que existen otros 3.000 adultos mayores que no son jubilados ni pensionistas, que cobran una asistencia a la vejez y que también están en situación de vulnerabilidad.
BPS: US$ 2 millones en 222 para complejos
En 2009, el 30% del gasto total del BPS en sus complejos habitacionales se destinó al servicio de vigilancia policial 222, según datos presentados por la consultora CPA-Ferrere en base a información del ente. Este gasto, de unos US$ 2 millones, fue similar al que se destinó a las reparaciones de los complejos.
En total, el BPS gastó unos US$ 5 millones en los complejos habitacionales en el año 2009.
Pablo Iorio, de CPA-Ferrere, señaló que la seguridad es necesaria en varios de los complejos porque algunos se ubican en zonas de riesgo, y es una población de ancianos muy vulnerable. El estudio de CPA-Ferrere da cuenta de las necesidades de mantenimiento y reparaciones que tienen los complejos, y concluyó que el gasto en mantenimiento preventivo durante 2009 tendría que haber sido de US$ 6,7 millones, aunque en realidad fue de US$ 2 millones.
Por otra parte, la encargada del área de Adultos Mayores del Mides, Adriana Rovira, señaló que la construcción de complejos habitacionales "es algo que se está evaluando", ya que, "se atiende solo a una parte de la población".
Para Rovira, los subsidios de alquileres, permiten que la persona no se deba realojar, "y que el adulto mayor pueda participar más activamente en la elección de dónde vivir".
Talón de aquiles en la vivienda
Según Adriana Rovira, del Área Inmayores del Mides, uno de los temas de más vulnerabilidad para los adultos mayores en el Uruguay es el tema del hábitat y la vivienda. Los principales problemas tienen que ver con las posibilidades de refaccionar su vivienda, así como la accesibilidad dentro del hogar.
Por otra parte, más de la mitad de los adultos mayores de 65 años viven solos, según el estudio "Panorama de la vejez en Uruguay", elaborado por integrantes de la Universidad Católica.
Este trabajo señala que la familia es el ámbito donde se resuelven la mayoría de las necesidades de cuidado de los adultos mayores, y que los más vulnerables son los que viven solos, especialmente los de menores ingresos.
Según un trabajo de CPA-Ferrere, la población con vulnerabilidad social pasará de 50.000 personas en 2010 a 55.000 en 2020 y a 61.000 en 2030.

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