Relevamiento. El número de personas creció de 251.884 a 256.958 entre 2008 y 2010.
A un ritmo de cuatro viviendas por día crecieron los asentamientos irregulares en Uruguay entre 2008 y 2010. Un total de 5.074 personas pasaron a vivir en esas condiciones según el Catastro Nacional de Asentamientos Irregulares 2010.
Los datos se desprenden de un relevamiento realizado entre el 17 de abril y el 11 de julio de este año por la ONG Un Techo Para Mi País, y serán presentados hoy -a la hora 10:30- en la Sala de Seminarios de la Universidad ORT.
Del informe surge que entre el año 2008 (fecha en que la ONG realizó el primer catastro) y lo que va de este año surgieron 26 nuevos asentamientos en distintos departamentos del país, al tiempo que unos 30 barrios irregulares, que figuraban en la nómina hace dos años, dejaron de ser considerados como tales.
A pesar de haber sumado cuatro asentamientos menos que los registrados en 2008, la cifra de personas que vive en dichos lugares se incrementó.
A los 251.884 uruguayos que registró el relevamiento de hace dos años, se sumaron ahora otros 5.074, alcanzando un total de 256.958 personas que habitan en situación precaria.
En cuanto a la cantidad de viviendas, la cifra creció de 58.695 unidades a 61.525 casas precarias ubicadas en barrios irregulares. La mayor concentración de asentamientos se encuentra en la capital, con un total de 335 (59,6%). Le siguen Canelones (70 asentamientos), Rivera (25) y Artigas (24). Flores es el único departamento en el que no se detectó ni un solo barrio de condición irregular.
En algunos asentamientos de la capital viven entre 10.000 y 12.000 personas. Para la directora social de Un Techo Para mi País en Uruguay, Cynthia Pérez, si bien no se puede hablar de "densificación de los asentamientos", los datos relevados "preocupan".
"Dos años después la situación en los asentamientos es muy similar o peor de lo que era. Esta fotografía de la realidad es muy preocupante. Es una señal de consolidación de la pobreza. El estudio profesional que hace `Un Techo` es la herramienta más fuerte que tenemos nosotros para transmitir esta cruda realidad", afirmó Pérez a El País.
CAUSAS. Según la directora social de la ONG, la diferencia en el número de asentamientos registrado en el catastro de 2010 -en comparación con la cifra de 2008- puede atribuirse a tres razones principales. Una de ellas es que el asentamiento deja de reunir alguna de las condiciones para considerarlo dentro de esa clasificación en el momento de la recolección de datos. Por ejemplo, si regularizó los servicios básicos de agua, luz y saneamiento o si consiguió la propiedad del terreno. La movilidad de los habitantes también genera un descenso o aumento en el número de viviendas: la definición de asentamiento de la ONG refiere a una agrupación de seis o más viviendas en las que habitan ocho o más núcleos familiares.
La segunda causa está en los "límites difusos" para circunscribir geográficamente a uno o más asentamientos.
Y la tercera razón responde a una erradicación del mismo (ya sea por realojo o regularización en el lugar). Sin embargo, sobre este último punto, la ONG aseguró a El País que no se han constatado variaciones por motivo de realojo o regularización.
Amén de causas de variación en el registro, el relevamiento detectó la creación "desde cero" de cinco nuevos asentamientos, uno en la capital (ubicado en la proximidad de Instrucciones y Propios) y otros cuatro en el interior.
"Estos son barrios irregulares que se crearon en predios donde antes no había nada, estaba el terreno vacío", explicó la directora de la ONG.
LA TIERRA. En cuanto a la propiedad del terreno en el 63,4% de los casos los asentamientos se ubican en padrones públicos (pertenecientes a entes autónomos o municipales), mientras un 27,2% se crean en propiedades de particulares.
En tanto, un 9,3% del total se crean en terrenos denominados "fiscales", como puede ser el costado de una vía de tren, sobre un bañado o al costado de un arroyo.
El 29,6% de los barrios irregulares registrados en Uruguay está conformado por entre seis y 20 viviendas (microasentamientos). Un 43% son barrios irregulares que concentran entre 21 y 100 viviendas (de mediano porte), y un 27% supera las 100 viviendas precarias.
En Montevideo se concentran los asentamientos de mayor porte.
Apenas en el 10,4% de los asentamientos, algunas viviendas tienen acceso a la red de saneamiento. La mayoría utiliza el "pozo negro" o deposita los desechos en corrientes de agua.
Al mismo tiempo, en el 29% de los asentamientos irregulares del país existen viviendas que acceden a energía eléctrica de forma legal, mientras que en el 14,6% de estos barrios hay viviendas que acceden a la red de agua potable de manera legal por cuota social.
No son sólo chapas
En el 76,8% de los 562 asentamientos predominan las viviendas construidas con materiales resistentes, principalmente bloques.
La madera, la chapa y costaneros (materiales de desecho) sólo predominan en un 19,4% de los asentamientos del país.
"Cuando se habla de asentamiento se asocia a casas de chapa y cartón, a rancherío. Y vivir allí no solo se reduce al problema de la vivienda, también al acceso a las redes de servicios, calidad de las construcciones, propiedad del territorio", explica Cynthia Pérez, directora social de Un Techo Para mi País en Uruguay.
El viernes 20 y sábado 21 de agosto la ONG realizará su campaña anual de concientización y recaudación "callejera" de dinero para la compra de 67 viviendas de emergencia de madera. Para eso necesitan recaudar $ 2.000.000.
Además, sumando la colaboración de empresas prevén adquirir un total de 300 casas.
Uno cada 5 bajo la línea de pobreza
Casi 48.000 personas dejaron de ser pobres entre 2008 y 2009, de acuerdo a las estimaciones divulgadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) el 29 de julio de este año. A fines de 2009 había 700.000 personas por debajo de la línea de pobreza, de acuerdo a este estudio, lo que equivale al 20,9% de la población: uno de cada 5 uruguayos. Un año antes, el porcentaje de pobres e indigentes era 22,4%, por lo cual en un año se redujo en 1,5 puntos porcentuales, equivalentes a 47.736 personas, publicó El País el 30 de julio. En Montevideo, el 44% de los niños menores de 6 años vive en la pobreza, expresó este informe.
Los datos del INE establecían que algo más de 13.000 personas habían salido de la indigencia, que se define por la imposibilidad de cubrir las necesidades alimenticias. Las últimas cifras indican es el 1,6% de la población: son 53.519 personas.
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