miércoles, 4 de noviembre de 2009

Cooperativistas se instalan en casas a estrenar pero sin luz

Colonia. Entregaron llaves de Covimalvinas

Los vecinos del complejo Covimalvinas se hartaron, y decidieron desafiar la burocracia estatal. Tras terminar sus viviendas hace casi un año, se entregaron las llaves entre ellos. Varias familias ya residen en el lugar, aun cuando no tienen electricidad. La obra comenzó en 2005. Fue producto de un convenio firmado entre la Intendencia, el Ministerio de Defensa y de Vivienda. El objetivo era brindar residencia a 40 militares que no tenían vivienda, y solucionar problemas de asentamientos de Malvinas y Ferrando. Por el sistema de ayuda mutua, las obras se iniciaron en noviembre, hasta que en febrero de 2006 comenzaron algunas dificultades. Ocho meses después se reinició la actividad. Entre luces y sombras, ausencias y bajas al padrón de propietarios durante año y medio, las 160 viviendas quedaron terminadas. Muchas familias fueron desalojadas de los asentamientos donde residían, otras debieron salir de un asentamiento para instalarse en otro; ante estas dificultades, los propios beneficiarios de las viviendas empezaron a buscar soluciones. En una decisión por asamblea, los 160 propietarios decidieron recibir cada uno su llave, que hasta entonces estaba en poder de la cooperativa. Previamente, varias decenas de vecinos habían llevado una carta a la sede del Ministerio de Vivienda en Colonia para informar sobre los pasos que estaban dando.
"ME VENGO A VIVIR".
Ema Sisnandez, la presidenta de la cooperativa, dijo que "la cooperativa no se podía hacer cargo de la responsabilidad de las viviendas" y que "cada propietario tendría su llave". Fue así que en un acto formal, entre los vecinos se distribuyeron las llaves. En principio el compromiso fue el de no ocupar las casas hasta tanto no fueran inauguradas. Pero el mismo día, algunos vecinos dijeron "ya no podemos más". Sus viviendas precarias en asentamientos estaban amenazadas por desalojos. "Trabajamos, metimos horas, pagamos y ahora por burocracia no podemos tener nuestra casa", señalaron varios de los propietarios frente a sus vecinos. El barrio se conectó al saneamiento, luego al agua potable, finalmente a la luz eléctrica. Entre todos los propietarios se pagaron las conexiones a OSE y a UTE, aunque aún no se ha concretado la electrificación del complejo. "Que me perdonen, pero yo me vengo a vivir, aun sin luz, porque eso es lo de menos", señaló. Muchos recordaron tiempos de dificultades en asentamientos, o recordaron que "cuando nos criamos no teníamos luz". Según informaron vecinos, en los próximos días comenzarían a colocar los contadores para la luz eléctrica. La dificultad que lleva esto a más largo plazo, es el convenio de comodato que demandaría algún tiempo más. La mayoría está esperando que se termine de regularizar la situación para ocupar.
La foto con el ministro
"Que hagan lo que quieran, yo no voy a esperar que vengan a sacar una foto con un ministro, cuando desde hace 10 años estamos desesperados por una vivienda", señaló una vecina que integra la cooperativa. Según relató, desde hace casi una década sufre desalojos y postergaciones en un asentamiento. En Covimalvinas, la mayoría de las viviendas siguen desocupadas, pero en algunas ya residen sus propietarios. En casa propia.

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