Nuevo plan de solidaridad puede fallar, dijo Muslera.
"No vamos a poner una empresa constructora. Este es un programa integral y eso (construir viviendas) ya se probó y no marchó", dijo ayer en el Parlamento la ministra Graciela Muslera con respecto al futuro plan de solidaridad habitacional, que arranca en el segundo semestre. "Aunque tengamos US$ 6.000 millones para construir vivienda, hay procesos fuertes de segregación social que no se solucionan con vivienda nueva", indicó.
Dijo que sí se solucionará el tema habitacional a "las familias más vulnerables", además de impulsar políticas sociales en cada barrio. "Poner árboles, hacer la calle o un puente son cosas puntuales que haremos a partir de la decisión de los vecinos", explicó. El plan incluirá reducción de precios de alquileres, apoyo a la autoconstrucción, cooperativismo e inversión privada. "No sabemos qué repercusión tendrá. Puede ser que prenda y la gente se cuelgue o nos puede costar un ojo y pasaremos por experiencias fallidas", admitió Muslera.
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